A nivel socio
afectivo:
Estimula la
participación e iniciativa.
Estimula el afán de trabajo en grupo.
Canaliza la
agresividad.
Favorece el auto
control.
Nos enseña a aceptar
y superar las derrotas.
Nos
enseña a asumir responsabilidades y a aceptar las normas.
Favorece y mejora la
auto estima.
Mejora la imagen
corporal.
Como se muestra
anteriormente, el deporte nos favorece en distintos aspectos de nuestras vidas,
y es necesario llevar a cabo actividades físicas diariamente, ya que
nos protege y previene de enfermedades y nos ayuda a tener una
buena condición física, mental y social.
A partir de los seis o siete años, los chicos están en condiciones de
comenzar a integrar equipos deportivos
En los que se los orientará al trabajo conjunto, la cooperación, la
participación activa y la sana competencia. Antes de ello, se iniciarán en el
juego y el conocimiento de las reglas de los deportes individuales o grupales
pero estarán aún en etapa de exploración a través de estrategias lúdicas de
inserción.
Los deportes grupales facilitan el desarrollo de habilidades sociales y
asertividad (la capacidad para obtener aquello que se quiere y necesita, sin
atentar contra las necesidades de los otros) porque suponen trabajo conjunto y
colaboración en pos de una meta.
En los deportes de equipo el chico necesita aprender a participar
respetando turnos, alternando los espacios de participación con sus compañeros,
adecuándose a las reglas impuestas por la actividad y siguiendo instrucciones
dadas por el líder (el entrenador). Todas esas conductas suponen habilidades
sociales que sostienen la interacción de una persona en un grupo. Y son
ensayadas y ejercitadas en cada entrenamiento y en cada partido.
Por otra parte, todos los deportes de equipo exigen al jugador el
desarrollo del hábito de leer la cancha. Leer la cancha supone poder anticipar
el juego de los otros para integrarlo al propio haciéndolo más efectivo. Ello
supone la estimulación directa de una capacidad natural que tenemos los seres
humanos y base fundacional de muchas habilidades sociales: la teoría de la
mente. La teoría de la mente es la capacidad de hacer predicciones acerca de lo
que otras personas piensan y harán en consecuencia. En la cancha, la teoría de
la mente, funciona prácticamente en modo automático, llegando poco a la
conciencia pero en estado activo, permitiendo predecir movimientos e
intenciones ajenas. En la vida diaria, ser más o menos habilidoso desde el
punto de vista de la teoría de la mente puede, muchas veces, marcar la
diferencia.
Hacia la adolescencia, el deporte es una de las variables que protege a los
chicos del consumo de sustancias y las conductas adictivas.
Sin duda, orientar a los niños a la práctica del deporte y acompañarlos en
la experiencia, es una más entre tantas variables que, sostenidas por los
padres con conciencia, estimulan el desarrollo sano.
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